Los libros de historia dirán que Javier Milei es el primer presidente desde la vuelta de la Democracia al que el Senado le rechazó un DNU. Desde 1983 a la fecha, se ordenaron casi 1.400 decretos.
Carlos Menem, con dos mandatos, fue el que más utilizó esta herramienta constitucional: 545. Néstor Kirchner llegó a la mitad, 270. Eduardo Duhalde apeló demasiado a la lapicera, muy a pesar del poco tiempo que estuvo al frente del sillón de Rivadavia: 158 veces.
Fernando De La Rúa (73), Cristina Fernández de Kircher (76) y Mauricio Macri (70) tuvieron números similares. Alberto Fernández, especialmente en la pandemia, llegó a la cifra de 178, 69 en el último año de gestión. Por eso el polémico DNU de Milei lleva el número 70.
En esta columna hablamos del arte de negociar. Y aunque el libertario es explosivo en las redes sociales, sus satélites se acercaron a gobernadores y legisladores en la búsqueda de un punto en común. El rechazo del Senado es desafiante. El DNU seguirá vigente hasta la decisión de los diputados, claro.
No parece sencillo gobernar con debilidad parlamentaria, pero mucho más titánica es la tarea con tantas piedras en el camino. Mientras tanto, el país no sale de su atolladero burocrático. Está todo a mitad de camino. Y para el pequeño bolsillo, demasiado caro como para perder dinero y esperanzas.