La marcha que se desarrolló este martes fue un llamado de atención para el Gobierno. Más allá de que Javier Milei jamás dijo que iba a privatizar ni a cerrar las universidades, tomó nota de la manifestación popular. Por las dudas, su vocero Manuel Adorni tuvo que salir a aclararlo en la habitual conferencia de prensa que brinda cada día en la Casa Rosada.
La mirada puede ser parcial si se omite el contexto. El recorte de los fondos universitarios viene de arrastre y el oficialismo intentó recomponerlo tras dos años de congelamiento durante el mandato de Alberto Fernández, cuyo ministro de Economía era Sergio Massa. Sí, el mismo que formó parte de la caravana de estudiantes sin que se le caiga la cara de vergüenza.
Es verdad que el 70% de aumento que este lunes giró Capital Humano para los gastos de funcionamiento no cubre todas las necesidades porque está licuado. Pero también es cierto que el ritmo del IPC está a la baja y ya se habla de un dígito de inflación para abril.
Después, claro, está la famosa auditoría que tanta reticencia tiene entre los rectores. Esas cajas políticas que la AGN -al menos hasta ahora- evaluó con desdén.
Al margen de estas cuestiones, la sociedad expresó un mensaje muy claro: la educación es el límite para la motosierra.
En definitiva, la ascendencia social solo es posible desde el mismo punto de partida.