En la tarde del viernes y ante un estadio repleto, Palermo volvió a vivir una final del Abierto.

En este caso se pareció más a una lección de polo que a una final en sí.

El equipo de Cambiaso asumió el rol de "profesor", dominando a su gusto a Ellerstina a lo largo de todo el partido.

De hecho La Dolfina no solo dominó el score durante todos los chukkers, sino que además manejó los tiempos del partido sin perder jamás la línea de su juego ante un Ellerstina que se vio superado en todos los sectores del campo de juego.