Máximo Paz: chicos que reciben clases en el patio y los pasillos
Se trata de la Escuela 11 que funciona en el Hogar Rivadavia. Los alumnos de sexto no tienen aula.

Así pasan los chicos su jornada escolar.
03.04.2018, 09:25:42 | Localidades


Unos quince alumnos que integran el sexto año de la Escuela Secundaria 11 de Máximo Paz no tienen lugar para estudiar ni mobiliario básico. A falta de aula, mesas y sillas, pasan la jornada escolar en los pasillos o en el patio del establecimiento que desde hace unos siete años funciona en el ámbito del Hogar Bernardino Rivadavia de Máximo Paz.
En sus inicios la escuela compartía edificio con la primaria Nro. 28, pero con el crecimiento de la matrícula tuvo que mudarse en busca de otro edificio. En forma provisoria se instaló en una sede prestada por la logia masónica, que hoy resulta chica para la cantidad de alumnos.
Tanto es así que el quinto año funciona en la biblioteca. Y los alumnos de sexto deambulan entre los pasillos y el patio. Una de las ideas que se barajó en los últimos días fue alternar el uso de la biblioteca con quinto.
“El primer día de clases nos enteramos de que no teníamos aula. Es nuestro último año y la verdad es que fue muy triste empezar así. Estamos desde las 12 hasta las 18.30 sentados en el patio sin sillas, sin mesas ni pizarrón. El dolor de cintura es insoportable. El patio tiene bastantes árboles, el sol es escaso y a las 3 de la tarde ya se siente que viene el invierno. Lo único que pedimos es un salón donde estudiar” dijo una alumna que habló con El Ciudadano.
En este grupo una de las alumnas se encuentra embarazada. A causa de esas jornadas otoñales a la sombra enfermó de un fuerte cuadro gripal, por lo que no está yendo a clases desde hace varios días.
Los estudiantes reconocen que el director, Sergio Nievas, ha realizado gestiones, pero que no recibe respuestas concretas por parte de las autoridades locales o provinciales. “El director solicitó por nota, como corresponde, aulas conteiner, hasta tanto se pueda hacer un edificio propio, pero al día de hoy no tuvo respuesta. Por eso es que estamos haciendo el reclamo en el diario y si no nos escuchan, nuestros padres están organizando una movilización, porque no sabemos qué va a pasar con nosotros en invierno o en días de lluvia”.
El tema de las necesidades edilicias de a Secundaria 11 ya está en conocimiento del Consejo Escolar, pero al no ser un edificio del Estado, se complica la posibilidad de invertir en ampliaciones. Hace unos días, cuando se concretó la demorada reunión entre la presidenta de ese cuerpo, Verónica Iozzolino, y el intendente Gustavo Arrieta, la consejera planteó que la situación de esta escuela de Máximo Paz ocupaba la prioridad número 1 en el distrito. Luego se conformó una mesa técnica de trabajo con el Ejecutivo, pero hasta el momento las soluciones no llegaron.
En sus inicios la escuela compartía edificio con la primaria Nro. 28, pero con el crecimiento de la matrícula tuvo que mudarse en busca de otro edificio. En forma provisoria se instaló en una sede prestada por la logia masónica, que hoy resulta chica para la cantidad de alumnos.
Tanto es así que el quinto año funciona en la biblioteca. Y los alumnos de sexto deambulan entre los pasillos y el patio. Una de las ideas que se barajó en los últimos días fue alternar el uso de la biblioteca con quinto.
“El primer día de clases nos enteramos de que no teníamos aula. Es nuestro último año y la verdad es que fue muy triste empezar así. Estamos desde las 12 hasta las 18.30 sentados en el patio sin sillas, sin mesas ni pizarrón. El dolor de cintura es insoportable. El patio tiene bastantes árboles, el sol es escaso y a las 3 de la tarde ya se siente que viene el invierno. Lo único que pedimos es un salón donde estudiar” dijo una alumna que habló con El Ciudadano.
En este grupo una de las alumnas se encuentra embarazada. A causa de esas jornadas otoñales a la sombra enfermó de un fuerte cuadro gripal, por lo que no está yendo a clases desde hace varios días.
Los estudiantes reconocen que el director, Sergio Nievas, ha realizado gestiones, pero que no recibe respuestas concretas por parte de las autoridades locales o provinciales. “El director solicitó por nota, como corresponde, aulas conteiner, hasta tanto se pueda hacer un edificio propio, pero al día de hoy no tuvo respuesta. Por eso es que estamos haciendo el reclamo en el diario y si no nos escuchan, nuestros padres están organizando una movilización, porque no sabemos qué va a pasar con nosotros en invierno o en días de lluvia”.
El tema de las necesidades edilicias de a Secundaria 11 ya está en conocimiento del Consejo Escolar, pero al no ser un edificio del Estado, se complica la posibilidad de invertir en ampliaciones. Hace unos días, cuando se concretó la demorada reunión entre la presidenta de ese cuerpo, Verónica Iozzolino, y el intendente Gustavo Arrieta, la consejera planteó que la situación de esta escuela de Máximo Paz ocupaba la prioridad número 1 en el distrito. Luego se conformó una mesa técnica de trabajo con el Ejecutivo, pero hasta el momento las soluciones no llegaron.
© El Ciudadano Cañuelense
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